El S&P sigue rompiendo máximos y ya acumula un +1,05% YTD a pesar de los problemas políticos de EE. UU. La mayoría demócrata en el Senado ha aumentado la probabilidad de que Biden pueda llevar a cabo su plan fiscal y, los inversores consideran que le costará aprobar subidas de impuestos con una ventaja tan ajustada frente a los republicanos. Como consecuencia, se interpreta como buenas noticias para el crecimiento y estamos viviendo un “reflation trade”, en el que suben las expectativas de inflación a largo plazo (2,05% en EE. UU.), sube la TIR de la deuda gubernamental (+20pb el 10 años americano) y se aprecian los activos de riesgo, destacando los más cíclicos: materias primas, energía, financieros, pequeñas compañías… Hay algunos movimientos que asustan: Tesla +20%, Bitcoin +23% en lo que va de 2021…
US Fed FRED of St Louis 5-Year 5-Year Forward Inflation Expectation Rate »

Europa sube en el año un 2%, el IBEX 35 un 2,80%, las bolsas emergentes casi un 6%, los bancos europeos un 6% y el precio del Brent un 8%. Los diferenciales de crédito están estables: el IG en 47,5pb y el de la deuda High Yield europea en 246.
Otras noticias relevante son la discusión en EE. UU. sobre un impeachment a Trump así como la “conveniencia” o no del veto que le ha hecho Twitter y el anuncio de Arabia Saudí de futuros recortes unilaterales de la producción (que han llevado el precio del crudo por encima de 50 dólares). Esta semana comienza la temporada de publicación de beneficios empresariales.
Los grandes analistas internacionales empiezan a enfriar la recuperación de la economía española, debido fundamentalmente a las restricciones sanitarias, aunque el temporal que ha azotado la Península esta semana también se ha convertido en un nuevo factor negativo. Bank of America y Julius Baer rebajaron esta semana sus perspectivas de crecimiento para la economía española hasta el 4% este año, muy por debajo de las previsiones oficiales del Gobierno, del 9,8%. Y, lo que es peor, no es que se retrase la recuperación al próximo año, sino que 2022 podría resultar también decepcionante.
Tanto Bank of America como Julius Baer publicaron sus previsiones de crecimiento, y ambos rebajan sus pronósticos hasta el 4%. Esto es, muy lejos de una recuperación en V, lo que alejaría un año o dos la recuperación completa de la crisis del coronavirus. Bank of America explica que la principal razón de este recorte es la recesión que tendrá lugar en toda Europa entre el cuarto trimestre del año pasado y el arranque de este ejercicio, con la pérdida de un 1,4% y un 0,9% de la actividad económica, respectivamente. “Un mayor cierre, una reapertura más tardía, un menor crecimiento”, resume el banco de inversión.
Por su parte, Julius Baer llega a la misma conclusión, aunque por otro factor: la lentitud de la vacunación. “Creemos que las restricciones continuarán en 2021 hasta que un porcentaje mayoritario de la población esté vacunado, lo que aún afectará al gasto de los consumidores y al turismo.
Bank of America también señala que el crecimiento puede seguir siendo muy moderado en 2022, ya que quedará en el 4,5%. Según sus cálculos, al cierre del próximo ejercicio la economía española todavía seguiría un 3,5% por debajo de los niveles de 2019, por lo que todavía faltaría uno o dos años para la recuperación completa. Esto se puede deber a que la recuperación podría haber sido muy rápida si los problemas hubieran sido breves, pero, una vez que las restricciones económicas comienzan a prolongarse, también se vencen las resistencias a muchas empresas al cierre, lo que hace que la recuperación sea también más lenta.
A pesar de un repunte significativo en casos y fallecimientos por Covid en Europa y Estados Unidos, diciembre fue testigo de las primeras vacunaciones, de la aprobación del paquete de 900 mil millones de dólares de ayudas americanas (los cheques de 600 dólares a ciudadanos con rentas por debajo de 75mil dólares están siendo distribuidos con toda rapidez) y de la aprobación del plan de ayuda europeo (a pesar del bloqueo inicial de Polonia y Hungría). Este último plan allana el camino para la aprobación de un paquete de ayuda financiera por valor de 1,8 billones de euros para proyectos sobre todo sostenibles.

Importante esta semana:
Desde el punto de vista empresarial destacó el anuncio de Telefónica (Tenemos una exposición del 1,60% en la SICAV) del miércoles, que comunicó la venta de las torres de Telxius (controlada un 50,01% por Telefónica, un 40% por KKR y un 9,99% por Pontegadea) a American Tower por 7.700 millones euros en efectivo. En total se venden 30.722 torres en dos transacciones: Europa (torres en España y Alemania) y LatAm (Brasil, Perú, Chile y Argentina). Las operadoras de Telefónica mantendrán los actuales contratos de arredramientos suscritos con Telxius, y las condiciones de renovación no incluyen ninguna cláusula “all or nothing” adicional. El múltiplo implícito de la transacción (ajustado por torres vendidas en junio del 2020 en Alemania) asciende a 30,5x EV/EBITDA, que se sitúa muy por encima de la propia venta de torres de Alemania (EV/EBITDA de 23x) y de los múltiplos de compra de Cellnex (11,6x en las compras de 2019 y 2020) así como los de cotización del sector (25x las compañías americanas).
Telefónica generará unas plusvalías de cerca de 3.500 millones euros (frente a los 2.000 millones de euros de Beneficio Después de Impuestos que esperaban los analistas para este 2021) y reducirá la Deuda Financiera Neta en 4.600 millones de euros (un -12,5%) y el ratio de apalancamiento en 0,3x (cerró a 9meses 2020 con un ratio de 2,77x y se espera un ratio en 2021 de 2,5x por lo que quedaría en c.2,2x).
Esta es una noticia muy positiva tanto por la reducción de deuda (siendo esta una de las principales preocupaciones que pesan sobre la compañía) como por la valoración obtenida, muy por encima de los múltiplos de cotización de Telefónica (EV/EBITDA 5,2x) y de las propias torres, así como de cualquier valoración que tenían los analistas del mercado sobre Telxius.
La venta de las torres es algo que rompe con la estrategia seguida hasta el momento por la compañía que consistía en seguir fortaleciendo el negocio, pero el discurso últimamente había cambiado dado que las opciones de crecimiento inorgánico dentro del grupo se empezaban a agotar (quedarían Reino Unido) por las valoraciones de las torres y la capacidad financiera necesaria para seguir creciendo (unido al carácter no neutral de Telxius en la actualidad). La acción subió un 10% el día del anuncio y en lo que va de año le sacamos una rentabilidad a la posición del 15%.
El bono a 10 años americano alcanza sus niveles más altos en 10 meses y cotiza ya al 1.146%. La lentitud del proceso de vacunación y de la recuperación económica han motivado ventas masivas en la curva del tesoro americano que se están traduciendo en que esta tome algo de pendiente en la parte del bono a 10 años particularmente. Un bear-steepeningmuy claro que ocurre de manera sistemática desde el 1 de Enero donde el bono a 10 años cotizaba en el área del 0.91%. Para ponerlo en relativo las referencias Europeas han cedido unos 5-10 puntos básicos de media en lo que llevamos de año con lo cual el movimiento del bono americano es notable con +20bps de incremento en rentabilidad en las últimas sesiones y con una corrección importante overnight que lo aleja de 1.18%.
Gráfico bono a 10 años americano últimos 10 meses.

La victoria del Partido Demócrata en la segunda vuelta de las elecciones al senado en Georgia y la consiguiente mayoría en ambas cámaras, ha motivado que las expectativas de una política más expansiva por parte de Biden aumenten.
Esto ha llevado a una previsión de mayor déficit y por tanto la subida de las rentabilidades de los bonos americanos desde el 0.90% de cierre de año hasta el 1.15% de hoy. Para poner en contexto y compararlo con las rentabilidades europeas, si miramos la equivalencia de esas rentabilidades mediante un cross currency swap, el 0.90% de cierre de diciembre daba una rentabilidad inferior al bono a 10 años alemán pero el 1.15% actual hace que ahora mismo sea más interesante comprar un 10 años americano que un alemán. Si la subida de rentabilidades en Estados Unidos continuase pongamos hasta el 1.30% entonces también serían más atractivos incluso que los bonos franceses y podríamos ver entonces a inversores asiáticos comprar el bono americano y vender los europeos (Francia y Alemania) revertiendo parte del movimiento
JPMorgan publicó esta semana un informe en el que modificaba al alza sus previsiones de crecimiento para Estados Unidos, en el informe se habla de que tal y como dijeron en su informe de la última semana, la noticia es la victoria de Biden en el Senado y el estrecho margen de su gobierno para sacar medidas adelante. Un congreso y un senado demócratas implican una mayor probabilidad de que se incremente el gasto en infraestructuras. Por otro lado, existe el riesgo de que este gobierno presente una subida de impuestos. Esto último parece poco plausible en medio de una pandemia donde la mayoría de los negocios están sufriendo. Los economistas de JPMorgan creen que veremos un paquete de estímulos por valor de 900 billones de dólares. Esto debería de tener un impacto positivo en el PIB del 1.5% sobre el 5.4% (Q4/Q4) y de un 0.5% sobre el 2.6% del año que viene.
Bajo estos dos supuestos el PIB se iría por encima de los niveles pre-pandémicos a finales de 2022. Según JPMorgan esto se debe a tres factores principalmente: 1) El deseo de implementar políticas contracíclicas de una forma agresiva, tanto por el lado monetario como por el lado fiscal. 2) El cambio estructural producido en la economía en las últimas décadas, el cual ha permitido operar por encima del potencial durante varios trimestres sin generar inflación apenas. 3) La nueva postura de la Reserva Federal, aceptando que la inflación se vaya por encima del potencial.
Este paquete de ayudas fiscales probablemente incluirá cheques. El Senador Schumer, próximo líder del Senado ya ha dicho que los cheques de 2.000$ serán una prioridad. Si esto se pareciese en algo a la versión de diciembre, entonces estaríamos antes un incremento de 1.400$ sobre los 600$ actuales aprobados como parte del Response & Relief act. Una inyección de 464 billones de dólares directa al bolsillo de los consumidores. El otro foco de este paquete fiscales debería de ser la ayuda a gobiernos locales y estatales. A pesar de lo sorprendentemente bien que están aguantando sus ingresos, los analistas de JPMorgan creen que habrá una partida para ellos. Creen que este paquete será pasado bajo el Budget reconciliation process dado que los demócratas no tienen los 60 asientos necesarios en el Senado. Este paquete debería de dejar un déficit fiscal de 3.2 trillones de dólares para final del 2021 (14.4% del PIB) y 2.1 trillones para el 2022 (9%).
JPMorgan espera que la mejora en el crecimiento lleve a una disminución en el desempleo (por debajo del 5% este año, cerca del 4% el que viene) y una mejora en la inflación, la cual debería de caminar hacia el 2%, pero no creen que lo sobrepase. No creen que las condiciones vayan a apoyar una subida de tipos hasta 2024, aunque sí que ven la posibilidad de que el Outlook siga mejorando. Tanto como para que la Fed piense en comenzar con el tapering de las compras de activos a finales de año. Las declaraciones de algunos presidentes regionales de la Fed parecen ir en esta dirección.


























